Qué son las muletillas ejemplos

Las muletillas son pequeñas palabras o frases que utilizamos en nuestro habla cotidiana para sostenernos o recuperarnos de bloqueos mentales al momento de comunicarnos. También se conocen como marcadores discursivos, ya que nos ayudan a expresar nuestras intenciones y actitudes hacia el receptor. Estas muletillas se utilizan de forma inconsciente y pueden servir diferentes propósitos, como destacar algunas palabras, mantener el interés del receptor o ganar tiempo para pensar. Algunos ejemplos comunes de muletillas son “bueno“, “eh“, “como venía diciendo“, “no sé tú, pero yo“, “quiero decir” y “la cosa es que“.

Existen diversos tipos de muletillas, cada una con su función específica. Algunas muletillas se utilizan para iniciar una conversación o para introducir un tema, como por ejemplo “bueno” o “eh“. Otras muletillas se emplean para enfatizar o subrayar palabras, expresando así nuestra seguridad o énfasis en lo que estamos diciendo. Por ejemplo, podemos usar muletillas como “la verdad es que” o “digamos que” para resaltar nuestra opinión. También existen muletillas que nos ayudan a ganar tiempo mientras pensamos, como “eh” o “mmm“, que son frecuentemente utilizadas para evitar silencios incómodos o darle tiempo al hablante para organizar sus ideas.

En nuestra comunicación diaria, es común utilizar muletillas sin siquiera notarlo. Estas palabras o frases nos brindan un soporte para seguir hablando y transmitir nuestras ideas de manera más fluida. Algunas otras muletillas comunes en el habla cotidiana incluyen “entonces“, “de repente“, “ya que hace este calor“, “¿viste?“, “en fin” y “mmm“. El uso correcto y controlado de las muletillas puede ayudarnos a comunicarnos de manera más efectiva, pero también es crucial recordar que abusar de ellas puede distraer al receptor o restarle claridad a nuestro mensaje.

Cuáles son los tipos de muletillas más comunes en español

En la comunicación diaria es común utilizar muletillas, expresiones que nos ayudan a reforzar un mensaje o aclarar una idea. Estas palabras o frases, aunque no siempre son necesarias, se han vuelto parte del lenguaje cotidiano.

A continuación, te presento algunos ejemplos de las muletillas más comunes en español.

  • “A ver, o sea, es decir…”: Esta muletilla se utiliza para aclarar una idea o resumir algo que se ha explicado previamente. Por ejemplo, “Fuimos Javi, Laura, Sonia, Federico, Susana y yo. O sea, todos menos Julián.”
  • “¿Vale? ¿Sabes? ¿Sí? ¿No? ¿Entiendes? ¿Ok? ¿Verdad?”: Estas muletillas se utilizan para buscar la comprensión de la otra persona o enfatizar que se espera una respuesta. Por ejemplo, “Me has entendido, ¿no?”
  • “¡Y ya está!”: Esta muletilla se utiliza para terminar de decir algo. Por ejemplo, “El otro día fuimos al cine: Rosa, Rubén, Sonia, Marina y ya está.”
  • “¿(Y) Qué quieres que te diga?”: Esta muletilla se utiliza para expresar desacuerdo con algo o resignación ante una situación. Por ejemplo, “Yo, qué quieres que te diga, tengo mi opinión y ella tiene la suya.”
  • “Pues nada / ¡Ea!”: Estas muletillas se utilizan para expresar una conclusión. Por ejemplo, “La fiesta está terminando chicos. Pues nada, vamos a otro bar.”
  • “En plan…”: Esta muletilla se utiliza para expresar que algo se hace de una manera o forma específica. Por ejemplo, “Voy a ir al supermercado en plan rápido, solo necesito comprar unas cosas.”

Es importante tener en cuenta que las muletillas pueden variar dependiendo de la zona geográfica o la edad de las personas que las utilizan. Estas expresiones, aunque pueden parecer innecesarias, forman parte de nuestro lenguaje coloquial y nos ayudan a comunicarnos de manera más fluida.

Efectos negativos de usar muletillas en conversaciones formales

El uso excesivo de muletillas tiene efectos negativos en las conversaciones formales, como reuniones, discursos y presentaciones. Estas expresiones repetitivas pueden proyectar una imagen negativa de la persona, dando la impresión de que no se toma en serio lo que dice, que no le importa la conversación o que no está bien preparada. Además, el abuso de las muletillas puede distraer a los oyentes y dificultar la comprensión del mensaje que se quiere transmitir.

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Los expertos en lenguaje destacan que el uso excesivo de muletillas muestra una falta de habilidades comunicativas y puede afectar la credibilidad del hablante. Según la lingüista María Martínez, el abuso de muletillas en situaciones formales puede hacer que el mensaje pierda fuerza y claridad, y puede transmitir una imagen de inseguridad o falta de confianza en uno mismo. Martínez sugiere evitar el uso constante de muletillas y apostar por una comunicación más precisa y directa.

Es crucial tener en cuenta que el uso de muletillas es más aceptable en conversaciones informales, donde se busca una comunicación relajada y cercana. Sin embargo, en contextos formales es recomendable evitarlas para transmitir una imagen más profesional. Las muletillas son consideradas una forma de lenguaje vago y poco preciso, y pueden dar la impresión de falta de preparación o falta de interés en el tema.

La escritora y comunicadora Ana Gutiérrez señala que el uso adecuado del silencio y la pausa son herramientas valiosas para ganar el control en una conversación formal. En lugar de recurrir a muletillas, Gutiérrez recomienda pensar antes de hablar y utilizar palabras precisas y relevantes para transmitir el mensaje de manera efectiva. Evitar el uso de muletillas puede mejorar la fluidez y la claridad en la comunicación, permitiendo transmitir ideas de forma más convincente y profesional.

Consecuencias de usar muletillas en la comunicación

Las consecuencias de usar muletillas en la comunicación pueden ser bastante negativas. Las muletillas proyectan falta de dominio del tema, inseguridad, poco expertise al hablar en público y falta de vocabulario. Es decir, cuando alguien utiliza constantemente frases como “bueno”, “este”, “eh”, “¿verdad?”, “¿no?”, “y…” o cualquier otra frase que se repita constantemente, da la impresión de no tener un buen conocimiento del tema que está tratando.

Repetir ciertas frases innecesarias también afecta negativamente la imagen al hablar. Las muletillas pueden resultar molestas o distraer a la persona que está escuchando, lo que puede dificultar la comprensión de lo que se está diciendo. Además, estas repeticiones pueden hacer que el mensaje se vuelva confuso o poco claro, lo que puede llevar a malentendidos o a que el receptor no tome en serio lo que se está comunicando.

Eliminar las muletillas de la forma de hablar es fundamental para proyectar una imagen profesional. Ser concreto y decir lo que se piensa sin el uso de muletillas es una habilidad significativo para tener más impacto al hablar en público, en reuniones de negocios, conferencias y en la vida personal. Las muletillas se dicen principalmente debido a los nervios y a no escucharse a uno mismo al hablar y corregirse. Por lo tanto, al eliminarlas, se demuestra un mayor control, seguridad y confianza en el mensaje que se quiere transmitir.

  • Identificar cuál es la muletilla más frecuente es un paso relevante para eliminarlas. Se recomienda grabarse en una conversación coloquial y luego escucharse para detectar cuáles son las frases que se repiten con más frecuencia.
  • Una vez identificada la muletilla más frecuente, se pueden realizar ejercicios para eliminarla. Por ejemplo, se puede trabajar en forzar a la mente a hilar varias ideas para evitar caer en la muletilla, o incluso convertirla en un silencio, para entrenar la habilidad de decir lo que se piensa sin recurrir a frases innecesarias.
  • Practicar estos ejercicios todas las veces necesarias es fundamental para reducir el número de muletillas a cero. Como cualquier habilidad, eliminar las muletillas requiere práctica y constancia, pero los resultados pueden ser muy satisfactorios y mejorar significativamente la forma de comunicarse.
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Muletillas comunes en México

Las muletillas comunes en México son expresiones verbales que se repiten con frecuencia por hábito. Estas muletillas son consideradas vicios del lenguaje y pueden reflejar rasgos de la personalidad. Algunas de las muletillas mencionadas son:

  • ¿Eh?: Utilizada para pedir aclaración o confirmación de algo.
  • ¿Si?: Usada para buscar confirmación o acuerdo con lo que se está diciendo.
  • ¿No?: Empleada para buscar negación o desacuerdo con lo que se ha mencionado.
  • ¿Estamos?: Usada para buscar confirmación de estar de acuerdo o en sintonía con algo.
  • O sea: Utilizada para explicar algo de forma más clara o hacer una pausa antes de continuar hablando.

Además de estas muletillas, también es común escuchar expresiones como ¿Me entiende?, ¿me explico?, ¿me capta?, y ¿me sigue?. Estas expresiones se utilizan para asegurarse de que el mensaje ha sido entendido y seguir adelante en la conversación.

Otras muletillas que son frecuentes en México incluyen el uso del pronombre este, como una forma de enfatizar una idea, y la frase ¿Es la bebida con muchas burbujas?, utilizada para pedir confirmación de si algo es lo que se cree que es.

¿Verdad? es otra muletilla muy utilizada en México, que se utiliza para buscar confirmación o acuerdo con lo que se ha dicho. Por otro lado, la expresión no sé, puede que sí se utiliza cuando se tiene duda o se está considerando una posibilidad.

Finalmente, es común escuchar frases como pues esto y aquello o tú ya sabes, que se utilizan para introducir una idea o continuar una conversación de manera informal.

Razones detrás del uso de muletillas en México

En México, al igual que en otros idiomas, se utilizan muletillas en el habla cotidiana. Estas son palabras o expresiones que se repiten mucho por hábito en el discurso. Aunque a simple vista pueden parecer innecesarias, las muletillas cumplen diversas funciones y transmiten ciertos significados. En la gramática moderna, se les conoce como “marcadores discursivos” y se les atribuye la función de regular el discurso, expresar sentimientos de forma complementaria y hasta de repartir el turno de palabra.

  • Mantener el interés de los interlocutores: Uno de los propósitos de las muletillas es evitar que las conversaciones sean lineales y aburridas. Al utilizar muletillas, se genera un ritmo y una dinámica que mantiene la atención de los interlocutores.
  • Repartir el turno de palabra: Otra función de las muletillas es dar entrada a los interlocutores y permitir que todos participen en la conversación. Al utilizar muletillas, se señala que uno ha terminado su intervención y se invita a otros a tomar la palabra.
  • Descansar y planear la siguiente intervención: Las muletillas también permiten tomar un breve descanso y organizar los pensamientos para elaborar la próxima intervención. Son una especie de pausa estratégica que ayuda a mantener la fluidez del discurso.
  • Ayudar a salir del paso o reformular ideas: En ocasiones, las muletillas se utilizan para salir del paso cuando no se encuentra una palabra exacta o para reformular con otras palabras lo que se quiere decir. Son una herramienta útil para expresar ideas de manera más clara o concisa.

Estas son solo algunas de las funciones de las muletillas en México. Sin embargo, es clave destacar que su uso no es incorrecto ni correcto, sino que es igual de válido que el uso de los verbos y adjetivos. Además, las muletillas se encuentran presentes en todos los estratos sociales y no están limitadas a niveles educativos más bajos.

En la cultura mexicana, las muletillas pueden ser consideradas una forma de establecer complicidad con los interlocutores. También pueden utilizarse para llamar la atención y buscar la aprobación sin expresarla explícitamente. Además, las muletillas pueden subrayar, matizar o dar un significado especial a ciertas palabras en el discurso. Incluso, pueden expresar de forma subliminal e incontrolada las intenciones ocultas del hablante.

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Cómo evitar el uso excesivo de muletillas en la comunicación

Las muletillas son voces o frases que se repiten mucho por hábito y su uso excesivo puede restar autoridad como orador y mostrar falta de preparación. Algunos ejemplos comunes de muletillas son “mmmm”, “ehhh”, “¿no?”, “bueno”, “vale” o “realmente”. Afortunadamente, existen estrategias que nos pueden ayudar a minimizar su uso y mejorar nuestra comunicación.

Conciencia: El primer paso para evitar el uso excesivo de muletillas es tomar conciencia de ellas. Una forma efectiva de hacerlo es grabar nuestros discursos y escucharnos a nosotros mismos. Al escuchar las grabaciones, podremos identificar cuáles son nuestras muletillas y en qué contextos las utilizamos. Este autoanálisis nos ayudará a ser más conscientes de nuestro lenguaje verbal y a corregirnos.

Preparación: Una de las mejores formas de reducir el uso de muletillas es preparar a fondo nuestros discursos y presentaciones. Cuando estamos bien preparados, tenemos más confianza y seguridad al hablar, lo que nos permite evitar caer en el uso excesivo de muletillas. Es esencial practicar y ensayar nuestras presentaciones antes de realizarlas en público, de esta manera, estaremos más familiarizados con el contenido y seremos menos propensos a recurrir a las muletillas como una forma de llenar espacios en blanco o de ganar tiempo.

Feedback constructivo: Obtener feedback de otras personas es una estrategia muy útil para identificar las muletillas que utilizamos y recibir sugerencias de mejora. Participar en actividades como los clubes Toastmasters, donde se practica la oratoria, puede ser una excelente oportunidad para recibir feedback constructivo. El feedback de otras personas nos permitirá conocer cómo nos perciben al hablar y qué aspectos podemos mejorar. Además, a través de la práctica constante y el feedback, podremos adquirir nuevas técnicas y recursos para comunicarnos de manera más efectiva y sin recurrir a las muletillas de forma excesiva.

Percepción de las muletillas en México

La percepción de las muletillas en México es un tema que ha sido abordado recientemente en un artículo de BBC Capital. Según se menciona en el artículo titulado “Cómo controlar las muletillas que te quitan autoridad en el trabajo” por Alina Dizik, estas frases o sonidos que se emiten al hablar mientras se une una idea con otra pueden generar la percepción de un precario vocabulario y falta de competencia. Expertos sugieren que eliminar estas redundancias del lenguaje puede tomar meses y se recomienda realizar una “pausa poderosa” en lugar de utilizar muletillas.

En México, la percepción de las muletillas puede variar dependiendo de la región y de la cultura. Algunas muletillas son consideradas como parte del lenguaje coloquial y no necesariamente se asocian con una falta de competencia. Por ejemplo, en ciertas regiones de México, como en el norte del país, es común utilizar palabras o frases como “este”, “pues”, “verás” o “bueno” como muletillas en conversaciones informales. Estas muletillas pueden servir como una manera de conectar con los demás y crear una atmósfera de cercanía y confianza.

Sin embargo, es vital tener en cuenta que en situaciones formales o en el ámbito laboral, el uso excesivo de muletillas puede ser percibido de manera negativa. En estos contextos, se espera que las personas utilicen un lenguaje más claro y preciso, evitando las repeticiones innecesarias. Es por eso que algunos expertos recomiendan aprender a controlar las muletillas y en su lugar hacer una pausa antes de continuar hablando, lo que se conoce como una “pausa poderosa”. Esta pausa no sólo ayuda a eliminar las muletillas, sino que también permite pensar y organizar las ideas de manera más eficiente.