Qué son los sedentarios y qué significa llevar una vida sedentaria

Los sedentarios son aquellas personas que llevan una vida caracterizada por la falta de movimiento y ejercicio físico. El sedentarismo se refiere a un estilo de vida con poca agitación, en el que se evita cualquier forma de actividad física. Esto es especialmente común en las ciudades modernas, donde la comodidad y la tecnología nos han alejado de la actividad física.

Llevar una vida sedentaria es perjudicial para nuestra salud. La falta de ejercicio físico puede llevar a diversos problemas, como la obesidad, enfermedades cardiovasculares, debilitamiento óseo, cansancio y dolores musculares, entre otros. Estudios señalan que pasar muchas horas en posición sedente constituye un factor de riesgo para la salud cardiovascular, independientemente de hacer ejercicio físico. La inactividad física es incluso considerada el cuarto factor de riesgo de mortalidad más importante a nivel mundial, causando aproximadamente el 6% de todas las muertes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza la importancia de la actividad física para la salud y el bienestar. Recomienda evitar el sedentarismo a través de la práctica regular de ejercicio físico y una alimentación saludable. La actividad física no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también fortalece el sistema cardiovascular, mejora la salud ósea y muscular, y reduce el riesgo de enfermedades crónicas. Además, el ejercicio físico puede ayudarnos a aumentar nuestra energía, mejorar nuestro estado de ánimo y reducir el estrés.

Riesgos para la salud de llevar una vida sedentaria

El sedentarismo, es decir, llevar una vida con una falta de actividad física regular, puede tener graves consecuencias para la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sedentarismo es responsable del incremento del sobrepeso y la obesidad, la hipertensión, la diabetes y el colesterol en sangre. Se estima que el sedentarismo es la causa del 6% de los fallecimientos en el mundo, lo que equivale a 3,2 millones de personas cada año.

Las personas sedentarias tienen entre un 20 y un 30% más de probabilidades de morir en edad temprana que las personas no sedentarias. La falta de ejercicio físico regular incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades graves, como los cánceres de mama y colon, la diabetes y las cardiopatías isquémicas. Incluso puede aumentar el riesgo de depresión en un 25%. Estos datos se respaldan en estudios científicos realizados por la OMS y otras organizaciones de renombre.

El sedentarismo también está asociado con el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la cardiopatía y el accidente cerebrovascular (ictus), así como la osteoartritis y algunos tipos de cáncer. La hipertensión, provocada por la falta de actividad física, aumenta el riesgo de sufrir insuficiencia coronaria, angina de pecho, arritmias, trombosis y arteriosclerosis. Por otro lado, la hipercolesterolemia, es decir, tener altos niveles de colesterol en sangre, representa un riesgo para la salud cardiovascular. Además, las personas sedentarias que padecen diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, que son una de las principales causas de muerte entre los diabéticos.

Beneficios de llevar una vida activa

Los beneficios de llevar una vida activa son numerosos y abarcan distintos aspectos de nuestra salud y bienestar. Tener una vida activa estimula nuestra salud física, psicológica y social, lo que contribuye a un envejecimiento saludable. Además, ayuda a conservar la autonomía e independencia en la edad madura, permitiéndonos realizar actividades diarias con facilidad y sin depender de la ayuda de otros.

Uno de los beneficios más importantes de llevar una vida activa es la mejora de la calidad del sueño. El ejercicio regular promueve un sueño más profundo y reparador, lo que ayuda a despertar con más energía y sentirse más descansado durante el día. Asimismo, ayuda a controlar el nivel de azúcar en sangre, lo que es especialmente beneficioso para las personas con diabetes.

Otro beneficio relevante es la reducción de la presión arterial. El ejercicio regular contribuye a fortalecer el sistema cardiovascular, lo cual ayuda a mantener una presión arterial saludable. Además, mejora la salud de las articulaciones y la capacidad pulmonar, lo que permite una mayor oxigenación de los músculos y una mayor resistencia física.

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Llevar una vida activa también tiene un impacto positivo en nuestra salud mental. Ayuda a mejorar el estado de ánimo y a reducir el estrés, lo cual es especialmente crucial en el mundo actual, donde estamos expuestos a muchas presiones y preocupaciones diarias. Además, el ejercicio regular produce una mayor fuerza muscular y mejora la coordinación del sistema neuromuscular.

Para mantener un estilo de vida activo, se pueden seguir algunas recomendaciones sencillas. Por ejemplo, caminar en lugar de utilizar el transporte público o aparcar el coche lejos del lugar de trabajo para poder realizar un pequeño paseo. También es crucial evitar estar muchas horas sentado, aprovechando las pausas para dar paseos o hacer ejercicios sencillos que ayuden a estirar el cuerpo.

Realizar algún tipo de ejercicio semanal es fundamental para llevar una vida activa. Puede ser correr, asistir a clases dirigidas en un gimnasio, nadar o cualquier otra actividad física que nos guste. Lo significativo es encontrar una actividad que nos motive y nos haga sentir bien.

Consecuencias de llevar una vida sedentaria

La vida sedentaria tiene varias consecuencias negativas para la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos el 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener beneficios en la salud. Esto se debe en parte a la falta de participación en la actividad física durante el tiempo de ocio y al aumento de comportamientos sedentarios durante las actividades laborales y domésticas.

  • Aumento de la obesidad, el sobrepeso, el colesterol y la diabetes: El sedentarismo está directamente relacionado con el aumento de peso y la acumulación de grasa en el cuerpo. La falta de actividad física regular y la larga exposición a comportamientos sedentarios pueden conducir al desarrollo de obesidad y sobrepeso, lo que a su vez incrementa el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes y el colesterol alto.
  • Riesgo de desarrollar enfermedades crónicas: Estudios han demostrado que llevar una vida sedentaria aumenta el riesgo de desarrollar una amplia gama de enfermedades crónicas. Entre ellas se encuentran al menos 26 enfermedades crónicas, que van desde enfermedades cardiovasculares hasta enfermedades respiratorias y cáncer. La falta de movimiento y la escasa actividad física pueden tener un impacto negativo significativo en la salud a largo plazo.
  • Alteraciones en el sistema nervioso: La falta de actividad física puede afectar los neurotransmisores en el sistema nervioso, lo que puede causar problemas de salud mental como ansiedad, depresión y estrés. El sedentarismo puede afectar el equilibrio químico del cerebro y contribuir a la aparición y empeoramiento de trastornos del estado de ánimo.

Realizar ejercicio físico de forma regular y sistemática tiene numerosos beneficios para la salud. Ayuda a reducir la tensión arterial, controlar la diabetes tipo 2 y mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades respiratorias crónicas. Además, el ejercicio físico regular puede prevenir enfermedades reumáticas como la artritis, la artrosis y la osteoporosis. También puede ser una herramienta eficaz para ayudar a las personas a abandonar el consumo de alcohol, dejar de fumar u otras drogas y mejorar el estado de ánimo.

La OMS recomienda realizar al menos 30 minutos de actividad física moderada al día durante toda la semana, o 75 minutos de actividad física intensa a la semana. Se pueden realizar diferentes tipos de ejercicio, como el aeróbico (carrera suave o caminar rápido) y el anaeróbico (levantar pesas en el gimnasio). Es relevante adaptar el ejercicio a la persona según su intensidad y carga, para evitar lesiones y promover una práctica segura y saludable.

Para prevenir el sedentarismo, es necesario educar a la población en todos los niveles, incluyendo colegios, política social, medios de comunicación y sanidad. Es esencial concienciar a las personas sobre los beneficios del ejercicio físico y las consecuencias negativas de no realizarlo, como el aumento de peso y el deterioro psicológico a medida que pasan los años.

Síntomas de llevar una vida sedentaria

Los síntomas de llevar una vida sedentaria pueden ser diversos y afectar diferentes aspectos de nuestra salud. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Dificultad para descansar: La falta de actividad física puede dificultar el sueño y el descanso adecuados, haciendo que nos sintamos cansados ​​y con poca energía durante el día.
  • Hipertensión: La falta de ejercicio regular puede aumentar la presión arterial, lo que puede tener graves consecuencias para la salud cardiovascular.
  • Rigidez articular: La falta de movimiento puede provocar rigidez en las articulaciones, lo que puede limitar la movilidad y causar malestar.
  • Dolor lumbar: El sedentarismo puede debilitar los músculos de la espalda, provocando dolor e incomodidad en la zona lumbar.
  • Hambre y problemas digestivos: La falta de actividad física puede afectar el metabolismo y el proceso digestivo, lo que puede llevar a problemas como el hambre constante y dificultades para digerir los alimentos.
  • Alteración del humor, estrés, ansiedad y/o depresión: La falta de ejercicio puede afectar nuestro estado de ánimo y contribuir a la aparición de problemas de salud mental como el estrés, la ansiedad y la depresión.
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El sedentarismo no solo tiene efectos negativos en nuestra salud, sino que también se ha relacionado con un mayor riesgo de muerte prematura. Se estima que el sedentarismo está detrás del 6% de las muertes a nivel global y puede aumentar entre un 20% y un 30% las posibilidades de muerte prematura.

Algunas de las principales causas del sedentarismo son el uso excesivo de dispositivos digitales, largas jornadas de estudio o trabajo sin actividad física, desinterés en el deporte y uso excesivo de medios de transporte. Sin embargo, existen algunas medidas que podemos tomar para combatir el sedentarismo y llevar una vida más activa y saludable. Algunas recomendaciones incluyen planificar la actividad física de la semana, cumplir objetivos pequeños, modificar la alimentación, moverse en el trabajo y consultar a un médico para obtener orientación y consejos personalizados.

Enfermedades relacionadas con la vida sedentaria

Las enfermedades relacionadas con la vida sedentaria son un problema de salud cada vez más común en nuestra sociedad. El sedentarismo, caracterizado por la falta de actividad física regular, puede tener graves consecuencias para nuestra salud. A continuación, mencionaremos las principales enfermedades relacionadas con la vida sedentaria:

  • Obesidad: El estilo de vida sedentario está estrechamente relacionado con la obesidad. La falta de actividad física impide quemar grasas y calorías, lo que lleva al sobrepeso y a la acumulación de grasa en el cuerpo. La obesidad no solo afecta la apariencia física, sino que también aumenta el riesgo de desarrollar otras enfermedades graves como el cáncer, enfermedades cardiacas, presión alta y colesterol alto.
  • Enfermedades cardiovasculares: El sedentarismo aumenta significativamente el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas. Pasar largas horas sentado afecta la circulación sanguínea y la presión arterial, lo que incrementa las probabilidades de sufrir infartos, trombosis, coagulaciones y otras enfermedades del sistema cardiovascular.
  • Diabetes: Las personas que llevan una vida sedentaria tienen un mayor riesgo de padecer diabetes. La falta de ejercicio, combinada con una mala alimentación rica en grasas y azúcares, aumenta las posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2. Esta enfermedad, a su vez, puede estar relacionada con otras complicaciones graves como enfermedades cardiacas, ceguera y problemas renales.
  • Cáncer: El sedentarismo incrementa la probabilidad de desarrollar diversos tipos de cáncer. Estudios han demostrado que las personas que llevan una vida sedentaria tienen un 60% más de riesgo de padecer cáncer. Los tipos de cáncer más comúnmente asociados al sedentarismo son el cáncer de próstata, de mamas, de colon y de páncreas.
  • Depresión y ansiedad: La falta de ejercicio puede tener un impacto negativo en nuestra salud mental. El ejercicio físico ayuda a liberar endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”, las cuales mejoran nuestro estado de ánimo y reducen el estrés. Por lo tanto, llevar una vida sedentaria puede aumentar el riesgo de experimentar problemas de ansiedad y depresión.
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Estadísticas sobre la vida sedentaria en México

Según las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), seis de cada 10 personas en México se ven afectadas por la falta de ejercicio, lo que representa el segundo porcentaje más alto de sedentarismo en los últimos ocho años. El último Módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio Físico (MOPRADEF) muestra que hubo un incremento de 0.7 puntos en el número de personas que realizaron alguna actividad atlética en 2021 en comparación con el año anterior. Sin embargo, este incremento es considerado poco significativo si se toman en cuenta los valores previos a la pandemia.

Durante la pandemia, la actividad física en el país disminuyó en un 3%. Aunque la tendencia general ha sido a la baja, alcanzando sus niveles más bajos en los dos años anteriores.

En cuanto a los lugares donde se realiza ejercicio, el 62.4% de las personas lo hacen en espacios públicos, pero más de la mitad considera que estos espacios no se encuentran en buen estado y podrían mejorarse. Solo el 20% de los deportistas asisten a instalaciones privadas como clubs o gimnasios.

  • El grupo de edad con mayor sedentarismo en el país es el de 45 a 54 años, con un 68.4% de la población sin realizar ninguna actividad física.
  • Esta proporción varía significativamente al dividir la información por sexo, ya que las mujeres en este rango de edad alcanzan hasta un 72% de sedentarismo.

La falta de tiempo es el principal motivo para abandonar o no realizar ejercicio, con un 44% de las respuestas. El cansancio por el trabajo y las condiciones médicas también son causas mencionadas, con un 21.7% y un 17.5% respectivamente. Entre las personas que nunca han hecho ejercicio, las tres principales causas se mantienen, pero la pereza ocupa el cuarto lugar con un 15.3% de las respuestas.

Medidas en México para combatir el sedentarismo

En México se están implementando diversas medidas para combatir el sedentarismo, una enfermedad que afecta a una gran parte de la población y que está asociada a numerosos problemas de salud. A continuación, se presentan algunas de las medidas que se están llevando a cabo:

1. Realizar actividad física regularmente: Una de las principales estrategias para combatir el sedentarismo es promover la realización de ejercicio físico de forma regular. La actividad física regular favorece la pérdida de peso, mejora la condición física, fortalece los músculos y previene el debilitamiento de los huesos. Además, ayuda a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, cáncer, obesidad y diabetes.

2. Cambiar el estilo de vida sedentario: Otra medida vital es fomentar el cambio de un estilo de vida sedentario a uno más activo. Esto implica adoptar hábitos más saludables, como realizar ejercicios de estiramiento y movimientos al despertar, utilizar medios de transporte activos como caminar o ir en bicicleta al trabajo, aprovechar los descansos en el trabajo para salir a pasear, y elegir las escaleras en lugar del ascensor. Estos pequeños cambios pueden tener un impacto significativo en la reducción del sedentarismo.

3. Establecer metas y dar el ejemplo a los hijos: Es fundamental establecer metas personales de actividad física para mantener la motivación y seguir progresando. También es clave que los padres den el ejemplo a sus hijos, ya que los estudios han demostrado que los padres tienen un papel clave en la actividad física de los niños. Al fomentar un estilo de vida activo desde temprana edad, se pueden prevenir futuros problemas de salud relacionados con el sedentarismo.

Estas medidas están enfocadas en combatir el sedentarismo y reducir sus consecuencias negativas para la salud. Al promover la actividad física regular y adoptar un estilo de vida más activo, se busca mejorar la calidad de vida de la población, prevenir enfermedades y promover hábitos saludables. Sin embargo, es vital recordar que cada persona es responsable de su propia salud y debe tomar acción para mantenerse activa y saludable.